Alas grises (parte 2)

– Aquí tiene, jefe.
– ¿No te han enseñado a llamar antes de entrar?
– Oh, lo siento, verá, yo…
– No quiero tus excusas. ¿Tienes el informe?
– Si, aunque si quiere puede poner la telev…
– ¿La televisión? ¿Pero a qué viene eso?
– Es que, las noticias, bueno…
– A ver, pongámosla – dijo Ayshel frustada por la actitud reacia de su jefe.

<< … han sido encontrados más cuerpos. Estos estaban aún con vida pese a su mal estado. Sufrían profundos cortes, ausencia de plumas en las alas; blancas por supuesto, y sus ojos habían sido intercambiados. Les seguiremos informando, buenas tarde y ahora la previsión del tiempo.>>

– ¡Maldita sea! Cuando encuentre a esa zorra…
– Tanquila Ayshel… tranquila. Te veo alterada, por qué no vas a casa y descansas. Mañana vuelves y seguimos.
– Si, pero…
– No, es una orden. No te quiero aquí.

Al día siguiente…

– ¿Hay novedades?
– Si, Ayshel. Mira est… qué te ha pasado en el cuello.
– ¿Cómo dice?
– El cuello, tienes sangre…
– Eh… ah, me habré arañado. ¿Qué dice el informe?
– Esta vez ha sido atacada.
– ¿Quién?
– ¿Quién va a ser? La asesina.
– Ah, si claro…
– Oye, estás bien. Pareces cansada, te di el día libre.
– Estoy bien, estoy bien.
– De acuerdo. A lo que íbamos. Parece ser que un vampiro la atacó y…
– ¿Un vampiro dices? Pero cómo…
– No lo sé, ahora le están interrogando.
– ¿Quieres decir qué sigue vivo? Yo creí que… ¿está aquí?
– Si, si claro que está aquí. En la habitación de al lado, es horripilante…